Guillermina apremia sus hijos

Siempre agradecer a mis hijos. Siempre han estado ahí, espero que aprendiendo, lo que hay que hacer y también lo que no hay que hacer.

Han sido testigos de todos mis festivales, de todos mis nervios, de todo mi trabajo. Todo esto ha formado parte de sus vidas.

Y a mí me encanta que haya sido así. Que hayan compartido conmigo el amor por la danza, luego ellos vivirán sus «amores» y su propia vida.

Y ellos tienen el premio «Guillermino» más grande, tenerme a mí en sus vidas para siempre. Y por unos años, en el día a día.

Es el premio Guillermino más pesado (en todos los sentidos).