La Danza Estilizada

Para conocer de dónde nace y como nació la Danza Estilizada, debemos conocer el desarrollo de la Danza en España. Así, podremos ver cuál ha sido su evolución y su desarrollo. Nada mejor que situarse en el tiempo y en la historia para conocer nuestro arte. Aquí van unas pinceladas.

La historia de la danza estilizada

A principios del siglo XVIII el baile pasó de ser una simple distracción del pueblo, a una diversión obligada en las fiestas palaciegas, de ahí nacieron las exhibiciones públicas en los “corrales”, patios entoldados donde se levantan pequeños escenarios. El pueblo hace lo que hace la corte. Apoyados por los municipios, eran arrendados por Hermandades de Hospitales, cuyos ingresos en la recaudación eran destinados a la beneficencia.

Así es como comienza a crecer la aparición de los Ballets y los grandes teatros.

En 1900 viene la decadencia del baile teatral de calidad. Los pocos que resisten lo hacen mediante el music-hall. El baile se reduce a la exhibición femenina. Se desencadena una corrupción generalizada. En este momento el baile no interesa. Mientras la técnica cierre el paso al sentimiento, y a la falta de expresión espiritual, no habrá nada que hacer.

Como anécdota, invitado a las fiestas de la coronación del Rey Alfonso XIII, El Rajá de Kapurtala se enamora de la “bailaoraAnita Delgado, que actúa en el Café de la Castaña de Málaga, a quien al poco tiempo la convierte en esposa y la eleva al trono del Principado Hindú.

Pero persiste el paréntesis teatral del baile. Los intelectuales llegan a olvidar el baile como arte imprescindible y lo desprecian. Aparece el baile de variedades, incluso circense.

En 1915 se estrena en España, en el teatro Lara de Madrid de la “gitanería” original de Martinez Sierra, “El Amor Brujo” música de Manuel de Falla como fin de fiesta en la compañía titular de la comedia. Interpretado por Pastora Imperio, su hermano Victor Rojas, María de Albaicín, en una versión más de pantomima que de Ballet.

Gracias a los Ballets rusos de Diaghilief que desembarcan en España, podemos decir que comienza una nueva era, por la admiración que ellos causan. Esta favorable acogida de los “Bailes Rusos” hace que aparezcan nuevas estrellas de la Danza Española.

Antonia Mercé

Antonia Mercé

Reaparece Antonia Mercé La Argentina, a su regreso de Norte América, donde había de estrenar el “Baile del Candil” de la ópera Goyescas del maestro Granados que al final no estrenó. En su repertorio alterna algunas canciones de Quinito Valverde, “Mi Chiquilla” y “Che mi Amigo”, con los bailes “La Danza y La Rosa” y “La Danza de los Ojos Verdes” de Granados, “Danza Valenciana», etc.

En 1919 continúa el apogeo de Teresina Boronat en las variedades con un repertorio mixto regional español y clásico de ópera. Vemos como empieza a verse el empuje de su carrera ascendente, hacia la reconquista del prestigio perdido por el baile español.

Pastora Imperio canta y baila combinando sus cuplés con intermedios bailados y termina así con algún número de baile flamenco sola a la guitarra. Su gran temperamento es arrollador.

Al terminar la temporada de “Bailes Rusos” en el Real de Madrid, Diaghilief proyecta presentar un “Cuadro Flamenco” en París y Londres. Cosecharon un gran éxito.

En 1928 el Liceo se viste de gala para conmemorar el Primer Centenario de Goya, confiada a Teresita Boronat. La gran bailarina barcelonesa, que ha triunfado por el mundo, hasta el Extremo Oriente, nuestros bailes españoles.

Su repertorio es íntegramente Ibérico. Bailes en Zapatilla, Bailes de Zapato con tacón y bailes de alpargata:

  • En la “Danza X” de Granados, galantea su señorío hispánico.
  • “Bolero 1983” de Giménez, baile que representa nuestra tradición. Caído en desuso por sus dificultades técnicas y ella le restituye todo su valor.
  • “Seguidillas” de Albéniz, pieza peligrosa, donde el virtuosismo de los pies juega un papel muy importante.
  • Del segundo grupo destaca la “Farruca” a la guitarra
  • Alegrías de Cuenca
  • “Danza del miedo”, de Falla, muy expresiva, dramática, con pantomima, le imprime una legítima intensidad coreográfica.
  • Y en el tercer grupo, “La Sardana” de Morera
  • Jota Aragonesa” popular y montañera

En 1933 celosos los barceloneses de Madrid y París por la suerte de haber visto la música del “Amor Brujo” de Falla en ballet, se encarga a la bailarina Laura de Santelmo la coreografía de “El Amor Brujo” y los bailables de la ópera “La Vida Breve”. Concepción flamenca de un verismo teatral, melodramático y pantomimado con retoques de plástica académica

Isaac Albéniz

Isaac Albéniz

Después de una primitiva escenificación de Pastora Imperio de “El Amor Brujo”, Encarnación López, (La Argentinita) presenta en el Teatro Español de Madrid una nueva versión y realizada en Ballet, muy al gusto del público y la crítica madrileña.

Antonia con sus castañuelas muestra una habilidad hasta ahora desconocida. Sus arpegios, el “pianísimo” de sus carretillas, son de una gran musicalidad. Además, sus taconeos completan la sonoridad de sus danzas. Otro mérito de la “Gran Antonia” es haber resucitado a la categoría de arte universal el baile popular español en franca decadencia.

Sus danzas son un producto maduro, consciente de trabajo y observación. La Argentina se siente muy cómoda con las obras de Albéniz y Granados. Su plástica simboliza la Andalucía civilizada, alegre y fina, vibrante y sentimental, siempre sincera.

Crea composiciones como “Córdoba”, “Danza V”, “Goyescas” y “Andaluza Sentimental”, obras de raíces folklóricas puras. Sus castañuelas hablan cuando interpreta “Málaga” de Albéniz. Única en el “Tango Flamenco” a guitarra. Dominio de su zapateado.

Existe una diferencia entre las dos Argentinas. La “Gran Antonia” ha abandonado la canción, cultivada en sus principios. En cambio “La Argentinita” la ha conservado y revalorizado, afianzando sus éxitos con su voz delicada. El “Romance de los Peregrinitos”, las “Sevillanas del Siglo XVIII”, “Ávila” y el “Tango del Escribano”.

Cuando se trata de baile estricto, cambia de aspecto. Posee múltiples recursos coreográficos de academia.

Otra bailarina, Emma Maleras, baila en puntas, unas puntas duras con gran equilibrio, y domina las castañuelas. Baila de forma más terrestre el baile español, como “Córdoba”, “Orgía” y “Cádiz”.

Ese mismo año, 1934, presenta en el Teatro Español de Madrid, Antonia Mercé (La Argentina), la pantomima gitana de Martínez Sierra, “El Amor Brujo”, música de Falla, convertida en Ballet. En el reparto se encuentran, Antonia en “Candelas”, Pastora Imperio en “Lucía” y Vicente Escudero en “Carmelo”, seguidos por Miguel de Molina en “El Espectro”.

Aparecen las “Bodegas Andaluzas”, con un flamenquismo desnaturalizado fuera de su ambiente. Los restaurantes y cafés de moda (“Colón”, “León de Oro”, “Excelsior”), instalan su bodega escenográfica, donde acuden los habituales trasnochadores.

Hasta ahora los “ballets” eran mixtos de baile y pantomima, con un argumento para ligar unas escenas con otras. Pero aparece Massine con su “Coreartium”, ya no hay argumento y su obra está compuesta de una sinfonía coreográfica. Dice Stravinsky: “Todo sonido musical puede ser plasmado sin necesidad de expresar ningún estado de ánimo”. Y es lo que Massine hace.

Pero la música necesita una coreografía más nutrida y una mayor intensidad en la interpretación. No esa interpretación para la exportación de nuestro baile. Ni la música de Falla, ni la evocación del paisaje decorativo, ni el vestuario regional diseñado por Picasso, tienen fuerza para atenuar el efecto que ha producido este flamenquismo importado.

Magriñá es ahora un artista muy completo. Más ruso que los rusos como decía su primer maestro Wassilief. Ha mejorado mucho en el baile español. En “Bolero” de 1930 no tiene rival. Con su gran elevación y batería, con su acento español y sus castañuelas. Se revive el baile nacional por excelencia de la época goyesca.

Baile andaluz antiguo, “Panaderos”, con vestido de Ivori, recargado de pasamanería al estilo de contrabandista adinerado. Se restaura el baile de taconeo flamenco, en desuso.
Las danzas de la “Vida Breve”, una composición coreográfica muy nutrida, es otra muestra de esa continuidad de obras intensas de carácter español.

Desde que Diaghilief nos trajo los ballets rusos, vemos que la musicalidad de gestos, de la que tanto presumen, es una cualidad implícita de todo bailarín clásico. Aparece Isidora Duncan en contra de los principios de la escuela clásica de principios de siglo, estos han perdido sentido.

En julio de 1936, duelo en la Danza, “La Argentina ha muerto con 45 años víctima de un colapso en el momento cumbre de su carrera. Es la primera en recibir una condecoración oficial concedida por el estado español. Hija de españoles que nació circunstancialmente en Buenos Aires, su padre era el maestro de baile de la compañía de Ópera del Teatro Real de Madrid. Su talento, fundamentalmente clásico, se localizó en el baile español por su carácter racial y por considerarlo un campo virgen y sin explotar.

Viene la Guerra Civil. Se suspende la actividad artística. En estos años, Juan Magriñá y Rosita Segovia bailan el “Fandango del Candil” de “Doña Francisquita”, la jota de “La Dolores” y la pantomima de “Las Golondrinas”. Arriesgan a presentar en “ballet” y aparece Trino Borrull como heroína del ballet. Se convertirá en una de las mejores bailarinas de la época.

En 1939, antes de emprender viaje a Sud-América, Paco Reyes, maestro de baile flamenco, triunfa con dos matinales en el teatro Liceo de Barcelona. Interpretan sus obras sus alumnas más aventajadas: Trini Borrull, Gloria Librán, hermanos Montesán, Gloria Caballero, Anita Esteve, Victoria Alcalá, etc. Es un maestro enciclopédico, pues enseña flamenco, regional, clásico español, acrobático, etc. Toda la gama de variedades y de music-hall. Celoso de sus enseñanzas se guarda lo mejor de sus conocimientos a su hijo, temiendo que puedan hacerle sombra. Divide sus recitales en tres partes: Clásico, flamenco y regional.

Magriñá en contra de cualquier representación que carezca de una buena técnica, crea obras con exceso de dificultades, cree que el arte se consigue mediante el sacrificio y la lucha, no como una expansión de recreo. No da lugar a la espontaneidad.

Trini Borrull pasa de bailaora a ser la estrella. Asesorada por Magriñá trabaja duro.

Magriñá baila tanto el baile clásico como el “Pájaro Azul”, como el flamenco, con su “Garrotín” o las Alegrías. También el “Bolero de 1830” o las “Seguidillas” de Albéniz. Juntos bailan “Granada”, “Sevillanas”, “La vida Breve”.

En 1940, Juan Magriñá, interpreta la “Danza del Molinero”, solo él puede enfrentarse a la “Farruca” que Massine hizo famosa en su creación del ballet “El sombrero de tres picos”.
“Ritmos”, “Baile Jondo” (estilización de “seguiriyas gitanas”) son dos bailes en los que demuestra todo su potencial y facilidad creadora.

Vicente Escudero que en estados unidos cosechó un gran éxito, no como en España, regresa. Ha adquirido un estilo inimitable. Carmita, es su pareja ideal. Tiene formación clásica, importante para lograr la flexibilidad que necesitan sus danzas. Danza del Fuego, Danza de la Rosa, Bolero, La Sonanta, La jota, Castilla.

Mariemma

Mariemma

Mariemma ha regresado a España huyendo de los peligros de la guerra de París, donde ha vivido desde los dos años. Tiene una base muy sólida de clásico y el maestro Miralles le da sus primeras clases de español y viene a España a perfeccionarse con los maestros Reyes y Estampío. Más tarde entabla amistad con Carmen Amaya y ellas intercambian su sabiduría.

Mariemma tiene un gran talento, buena técnica de pies, un talle muy flexible y excelente técnica de castañuelas. Su secreto está en su escuela clásica y su aplicación sabia al baile español. Destacan el “Polo” de Albéniz, “Triana”, “Bolero Clásico” (muy limpios los “brisés” y los “entrechats”, “Iscar”, “Danza del terror” etc.

Carmen Amaya, esa gitana nerviosa y desgarbada, de piel morena, pelo y ojos negros, es un ciclón. En Norteamérica se ha hecho millonaria.

Magriñá, con el influjo italiana, baila “Arlequín”. En segunda, línea está Emma Maleras, que ha mejorado mucho su estilo.

Después de la muerte de Antonia Mercé, “La Argentina”, el baile español lo representan, por un lado, Vicente Escudero, Carmen Amaya y Trini Borrull, y por otro lado Juan Magriñá.

En esta época aparece otro espectáculo de variedades titulado “Cabalgata” con la gitanilla Lola Flores. Cuerpo flexible y bien moldeado, pequeña y guapa, es un manojo de nervios, con una fuerza feroz. Recuerda a Carmen Amaya, pero Lola es más completa, sabe cantar y declamar. Le llevará al éxito su canción “Le-re-le”.

Desde Antonia Mercé “La Argentina”, todas las bailarinas españolas se han internacionalizado. Agotada la fuente del folklore, se busca inspiración en la estilización literaria, inteligente y científica.

En 1943, después de proclamar su independencia artística, se consolida como maestra. La alta sociedad, muy aficionada al baile español, vuelve a consolidar la Danza Española.

En Madrid Mariemma empieza a triunfar, su elegancia y su delicadeza, con “Córdoba”, “Goyescas”, “Barcarola” y “Perfumes de España”, cuatro de sus grandes creaciones. Sería una bailarina incompleta sino bailara a guitarra. Sus “Alegrías”, su “Tango” flamenco, triunfan por su garbo y fuerza. Triunfa, también, con el “Bolero de medio paso”.

España es un país privilegiado por la riqueza de su folklore coreográfico. Es importante conservar nuestro patrimonio. Nuestras tradiciones tienen que reavivarse y así podremos ver evolucionar y prosperar nuestro baile español.

Vídeos de Danza Estilizada

De Publicado en julio 28th, 20211 Comment on La Danza Estilizada