Nada va más deprisa que los años. Hace 25 iniciamos una aventura, ofrecer el amor por el baile como un sentimiento, como un arte. Ya había recorrido algunos escenarios y me planteé otros caminos que dieran mayor libertad al baile, al arte, no como una imitación, sino como una nueva ilusión.
Mi máxima no era «al baile no se le conoce por lo que exige, sino por lo que ofrece» y toda su belleza estaba compuesta de tiempo y de paciencia.
Así inicié mi andadura de impulsar un centro de enseñanza donde volcar mis deseos de transmitir, de inculcar, no de reproducir, sino de crear, una libertad de movimientos, un camino no predefinido pero que permitiese el desarrollo de aprender, de la novedad de la alegría. Intentaba transmitir la experiencia de tantos años.
Todo lo que pudiese suceder estaba por crear, pero mi deseo era dejar huellas, provocando la creación artística, como algo necesario en la enseñanza del arte de bailar con la alegría, que cuanto más se gasta, más queda para continuar y seguir.
Trabajando con toda la paciencia que se necesita para bailar.
No es que sea optimista, sino que quería ser optimista, puesto que miraba con ojos nuevos. Todo aquello era nuevo para mi.
El video
Me sentía orgullosa. Mi trabajo, 25 años dirigiendo un estudio de Danza, compartiendo experiencias con muchos profesionales, amigos, familia y alumnos. A todos ellos les debo mucho.
Quería celebrarlo con algo realmente especial y emotivo. Y es ahí donde entró Javier Buckenmeyer.
Qué difícil lo que le pedía, unos 30 minutos en los que resumir la historia de mi estudio y mi vida. Entrevistas a personas que han sido partícipes de esa historia, que nos emocionara y nos alegrara. Un trabajo único para el recuerdo.
Sólo decir que hizo un excelente trabajo, realmente emocionante y muy profesional, con una gran calidad técnica y que supo entender mi idea de una manera mágica. Un vídeo que permanecerá en nuestros corazones sobre una gran historia, mi vida en el Estudio y la de muchos más.
Y mucha suerte tuve, pues fue Javier quien hizo este trabajo. Darle las gracias y la enhorabuena por emocionarnos a todos.
Siempre podéis ver el vídeo para que comprobéis cuanta razón tengo.