Los pies, esa parte de nuestro cuerpo que pisa el suelo, pero que en ocasiones prestamos poca atención. Las mujeres nos pintamos las uñas en verano y poco más. Las uñas, los callos, y porque nos duelen que, si no, no tendríamos mucha idea de cómo son nuestros pies.
No sólo los tenemos que mirar de arriba abajo, que es como solemos hacerlo, también en un espejo con perspectiva. Observemos cómo son nuestros dedos, nuestro empeine, nuestros talones, los tobillos, cómo pisamos, levantemos un poco la mirada y subamos hasta la rodilla.
Tenemos que conocernos. Ahora se habla mucho de conocerte, de quererte, todo a nivel psíquico y mental. Pero, ¿qué hay de lo físico?, ¿acaso no es importante estar bien físicamente?.
Pero de nuevo el físico es, la barriga, el rostro, el pecho, los glúteos, y además todo ello influido por las modas. Más morros, más glúteos, más pecho, piernas fuertes, piernas finas y un largo etcétera.
Como los años pasan, ¡qué si pasan!!, y todos nos vamos haciendo mayores, todos incluso los más jóvenes, observo que una mala pisada, un mal pie, puede hacernos la vida muy cuesta arriba.
Me llevo esa pisada al terreno del baile. No observamos la fisiología de nuestros pies, no nos preocupamos en corregir su apoyo y claro, ya sé que no hay que poner frases con negación, pero es que es cierto, no dedicamos tiempo, un pequeño tiempo, a este tema, pasa lo que pasa que dejamos de hacer muchas cosas, y cada vez dejamos de hacer más, poquito a poco y sin darnos cuenta. Hay que ponerse, hay que ponerse, hay que ponerse ya, no hay que pesar más, no hay que perder tiempo en poner excusas. El trabajo de mi cuerpo y su entrenamiento ha de ser constante para obtener resultados. Es más fácil de lo que uno piensa y lo importante es crear rutinas. Con mis clases online, podemos trabajar juntos muchas cosas, pero hay que ponerse. Tener un buen guía para trabajar tu cuerpo y el baile es importante, porque para bailar, para el baile de la vida cotidiana necesitas una buena técnica, un buen apoyo de los pies. Vamos a trabajar los pies, primero conoce tu anatomía, luego conoce tu pisada y tu movimiento.
Colócate de frente a un espejo, con cierta distancia, la perspectiva es muy importante, coloca tus pies paralelos, con tu dedo gordo mirando al frente y cuenta en voz alta lo que ves. Es, en voz alta, para que quede bien claro. Todos los pies son maravillosos, llevan escrito la historia de nuestras vidas, como los anillos de los troncos de los árboles.
Después toca trabajar, reeducar, mantener y bailar. Porque el cuerpo es fuerte, el cuerpo quiere que estemos bien y si nosotros le exigimos, el cuerpo responde.
Pisa fuerte, pisa bien, cálzate un buen zapato, aprieta el suelo para crecer y sentirte grande.
Y yo te cuento todo esto, porque mis pies me hicieron sufrir, pensaba que mis pies eran horribles y ahora sé que los tengo que cuidar, tengo que trabajar bien. Ya no me duelen y si me duelen es porque les exigí mucho. Tengo los dos pies operados por trabajarlos mal, por pisar mal y por no cuidarlos. Puse remedio y no puedo ser más feliz, pero sé que tengo que seguir entrenando, cuidando y bailando con constancia.
(Foto hecha por Ana Juárez)